sábado, 8 de febrero de 2014

Alejandro Domínguez Sensei "20 años en el Desarrollo del aikido."





Entrevista realizada en Septiembre 2013, por Joel Urbáez.

RESEÑA

Graduado de Diseño Grafico Publicitario de la UNPHU en el año 1999. Actualmente 4to Dan cinta negra de Aikido. Se dedica a este arte marcial profesionalmente y a tiempo completo, siendo el Director y Principal Instructor del Centro de Enseñanza de Aikido, del Aikikai República Dominicana. Representa en el país a la línea original del Aikikai Hombu Dojo Japón y es estudiante directo del maestro Yoshimitsu Yamada, 8vo Dan Shihan.
Alejandro Domínguez igualmente imparte seminarios internacionales en Latinoamérica y cursos de defensa personal en el país.
La organización cuenta con escuelas en San Cristóbal y Haití. Como parte de sus objetivos y con la finalidad de fortalecer el intercambio, crecimiento y aprendizaje del aikido, la escuela Aikikai República Dominicana presenta todos los años a los mejores exponentes internacionales del arte marcial impartiendo seminarios en Santo Domingo, actualizando técnicas y formas, incluyendo figuras como Yamada Shihan (maestro de maestro).

PREGUNTAS

JU: ¿Qué es el aikido?
AD: El Aikido es un arte marcial creado en Japón por el gran maestro (O'Sensei ) Morihei Ueshiba. Nace de varios estilos de combate de Ju Jutsu y del arte de la espada Ken Jutsu, agregando la filosofía Samurái y su código de honor. Es considerado como un arte Zen en movimiento por su forma armoniosa y natural que hace proyectar la energía interna hacia el atacante, usando esa energía en contra del ataque. No es un arte marcial competitivo y no se alimenta ni el ego ni la agresividad, considerándose como el Arte Marcial de La Paz.

JU: ¿Cómo empezó su pasión por el aikido?
AD: Mi pasión por el Aikido empieza exactamente cuando vi las películas de Steven Seagal, quien es un instructor del arte de alto nivel. Luego empecé a leer mucho sobre la filosofía de este arte marcial y los exponentes que existían.  En esa época no había escuelas que enseñaran el arte del aikido, por eso empecé a estudiar otras artes marciales antes de iniciarme en el aikido.
Siempre me gustaron las artes marciales pero le tenía miedo a las peleas. A la edad de 16 años tuve una pelea en el colegio y no puede defenderme así que decidí que debía modificar esa parte de mí, fue entonces que decidí estudiar las artes marciales, su filosofía e interesarme en el dolor y el miedo que me producía pelear.

JU: Ha practicado otras artes marciales?
AD: Cuando tenía 6 años empecé en karate, como materia electiva de la escuela. En 1991 fue cuando me acerqué a la escuela de Ju-Jutsu Miyama Ryu, por supuesto buscando un arte que me llevara a lo más parecido al aikido. Posteriormente practiqué Kendo, Iaido (arte que sigo practicando), Kung fu, Boxeo y Tae kown do. 
Después de una búsqueda insaciable de un arte marcial que fuera de acuerdo con mi personalidad y mi estudio, encontré el aikido en el año 1993 en una escuela de Budo Samurai Tomioka Dojo, donde era una de las artes marciales que se practicaba. En ese momento me enamoré del aikido y decidí que realmente quería aprenderlo. Tuve que suspender las prácticas hasta 1995, cuando retomé la práctica del aikido de forma ininterrumpida. 

JU: Cuando decide empezar a enseñar este arte?
AD: He impartido clases desde 1997, incluso antes de tener la cinta negra, sin embargo empecé a enseñar en 2003 cuando me afilié al Aikikai y me convertí en estudiante de Yamada  Shihan.


JU: Se dedica usted a otra actividad además del aikido?
AD: Actualmente no. A pesar de haber obtenido mi título universitario como Diseñador Gráfico Publicitario y haber trabajado en el área por 5 años, el destino me fue llevando y empujando hace 10 años a dedicarme exclusivamente al estudio y enseñanza del Aikido de manera profesional.

JU: ¿Usted sigue tomando clases? ¿y con quién?
AD: Claro que sí. Este arte es un estudio constante y de por vida. Sigo aprendiendo de mi maestro Yamada Shihan  además de numerosos instructores de alto rango y  reconocimiento mundial. Cuando un instructor llega a creer que ya todo lo aprendió es cuando empieza a caer en la práctica y en la enseñanza. El aprendizaje en aikido es constante ya que es un arte evolutivo que se va adaptando a los tiempos y diferentes personalidades. El Aikido toma la forma del recipiente, permitiendo a todos poderlo practicar sin excepción de géneros ni edades.

JU: ¿Ha impartido seminarios en otros países?
AD: Hasta el momento he impartido seminarios y clases en Costa Rica, Panamá, Colombia y Francia. Para el próximo año 2014 recibí invitación a Chile, Argentina, Costa Rica y Paraguay para enseñar seminarios.

JU: ¿Cuál es la edad promedio para iniciarse en el aikido?
AD: En el Aikido se puede iniciar en cualquier momento, desde los 6 años hasta que tengas energía para seguir entrenando y aprendiendo. Tengo estudiantes de 6 hasta 73 años. Este arte te permite tener un entrenamiento de por vida ya que se adapta al practicante, a su condición y personalidad.

JU: ¿Por qué usted recomienda practicar el arte del aikido?
AD: Yo sólo puedo hablar de mi experiencia y formación. Yo lo recomiendo por que el aikido me enseñó a ser seguro de mí mismo, que lo que me proponga a hacer puedo lograrlo, me enseñó a fortalecer los aspectos débiles de mi personalidad y a formarme con una disciplina y cultura, además de aprender a defenderme.

JU: ¿Qué usted quiere lograr para el futuro del aikido en el país?
AD: Mi objetivo es que se pueda ver el “Aikido” no sólo como defensa personal y crecimiento espiritual. Que se pueda crear un tipo de universidad del “aiki” para que más personas puedan dedicarse a la enseñanza de este arte marcial profesionalmente y por completo, así como lo hago yo y que el aikido llegue a todos. Hasta ahora he tenido estudiantes internos en la escuela ( Uchi Deshi), que han venido de Panamá y Costa Rica a pasar un tiempo viviendo en la escuela. Ellos han demostrado que el programa de entrenamiento realmente funciona ya que tienen que entrenar 4 horas al día por todo el tiempo que estarán en la escuela.
En otros países la policía, los colegios y las universidades imparten el aikido como una materia dentro de su currículo de enseñanza, porque se ha descubierto que el aikido ayuda a formar mejores seres humanos por su contenido filosófico, cultural y espiritual. Se ayuda así a forjar niños más seguros, hombres y mujeres menos estresados y capaces de afrontar situaciones con serenidad y fortaleza interna.